En mi caso personal, tengo una gratitud que pagar, pues cuando fui discriminado por ser un sindicalista que no me doblegué y tuve que recurrir a la solidaridad de mis compañeros trabajadores, donde me dieron la mano y recurrimos a defender a un gremio o rama de ese entonces que eran los trabajadores venteros donde me ubiqué, pues la patronal emitió un comunicado donde no me dejaban ingresar a ningún otro trabajo. Fue allí donde pude hacer una labor que suplió mis necesidades básicas y al hacer un trabajo consciente con un grupo de personas, salimos avante y hoy quiero resarcir dichas prebendas, pues logré cosas que quiero dejar en estas nuevas formas de hacer políticas Sindicales en la informalidad que las Centrales pueden tomar nota de ello.